sábado, 31 de octubre de 2015

SAMHAIN Día de Todos los Santos - All Hallow's Eve

Samhain 


Día de Todos los Santos - All Hallow's Eve


Samhain es la festividad de origen celta más importante del periodo pagano, que dominó Europa hasta, prácticamente, su conversión al cristianismo. Cuarenta días después del equinoccio de septiembre, la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre era considerada como el "Año Nuevo Celta" y se celebraba el final de la temporada de cosechas. El Samhain  significa en gaélico (lengua céltica que se habla principalmente en ciertas zonas de Irlanda y Escocia) "fin del verano", porque acababa la estación de la luz y comenzara la de la oscuridad y la consiguiente muerte de la naturaleza. A diferencia del calendario occidental y gregoriano, el celta dividía el año en dos mitades la mitad oscura comenzando en el mes de Samonios (durante la lunaciónoctubre-noviembre) y la mitad clara. comenzando en el mes de Giamonios (en la lunación abril-mayo). Los celtas consideraban que el año comenzaba con la mitad oscura del mismo para luego pasar a la mitad clara o de luz seis meses después.

A la par que fiesta de transición (de paso de un año a otro) el Samhain indicaba la apertura al otro mundo, el mundo de los muertos, con los que se convivía durante estos días y a los que se reverenciaba.


Los antiguos celtas creían que la línea que une a este mundo con el "mundo de los espíritus desencarnados" se estrechaba con la llegada del Samhain, permitiendo a los espíritus (tanto benévolos como malévolos) pasar a través. Los ancestros familiares eran invitados y homenajeados mientras que los espíritus dañinos eran alejados. Se cree que el uso de trajes y máscaras se debe a la necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos. Su propósito era adoptar la apariencia de un espíritu maligno para evitar ser dañado. Los espíritus deambulaban y muchos de ellos se hallaban perdidos en su búsqueda de la luz y de su particular "paraiso" de felicidad perfecta, sin hambre ni dolor. De ahí las hogueras que se encendían para marcarles el camino hacia la luz eterna.


Esta fiesta y sus rituales eran guiadas por los sacerdotes celtas, los druidas, que haciendo de mediums, se comunicaban con los antepasados de la tribu y dotaban a la festividad de una buena carga de rituales mágicos.



Con la llegada de los romanos, la conquista de los territorios celtas y el genocidio sufrido por sus pobladores, los celtas no tuvieron más remedio que dejarse “influenciar” pon las nuevas costumbres y creencias romanas. Así mezclaron su Samhain con la «fiesta de la cosecha», en honor a Pomona (diosa romana de los árboles frutales) Pero no fue hasta la llegada del cristianismo al imperio, cuando las celebraciones celtas fueron declaradas prácticas heréticas. Como bien refleja la historia de la iglesia, este tipo de “declaración” significaba la persecución de druidas y curanderos, la destrucción de templos y monumentos, lo que vienes a ser el aniquilamiento de las tradiciones y cultura celtas en general. Había que convertir el mundo pagano a la “verdadera religión”, el cristianismo y desde el mismo siglo IV, pero el Samhain resistió.

Tras varios siglos de predominancia de las fiestas paganas sobre las católicas, el Papa Gregorio IV ordenó, en el año 840, que se suplantara la fecha del 13 de mayo, ya por entonces Día de Todos los Santos, por el 1 de noviembre del maldito Samhain. Esta festividad impuesta al estilo católico, tenía su celebración vespertina en la “vigilia” del día anterior. Dentro de la cultura Inglesa se tradujo al inglés como: “All Hallow's Eve” (Vigilia de Todos los Santos). Con el paso del tiempo su pronunciación fue cambiando primero a "All Hallowed Eve", posteriormente cambio a "All Hallow Een", para terminar en la palabra que hoy conocemos: "Halloween".

Los países con ascendencia celta nunca dejaron de celebrar esta fiesta a su modo por muy católicos que se creyeran. De hecho, fueron los devotos irlandeses, quiénes exportaron  el actual Halloween a Estados Unidos en el siglo XIX, durante la "Gran Hambruna Irlandesa" (1845-50). Así se popularizó la tradición del "susto o trato" y las calabazas linterna. 

Es curioso observar cómo el imperio romano, el mundo mediterráneo y su ideología catolicista intentaron acabar con esta fiesta, para verse ahora invadidos por ella.


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