jueves, 4 de diciembre de 2014

Las Kleshas 
(lo que causa pena, aflicción o miseria)
extracto del libro “La ciencia de la Yoga” de I.K.Taimni



Sección II de los Aforismos del Yoga de Patanjali 

2. Se practica Kriya-Yoga para atenuar las Kleshas y producir Samadhi 

Cuanto más se atenúan las Kleshas, más crece la capacidad del aspirante para Samadhi (estado de conciencia de meditación, contemplación o recogimiento en la que el meditante siente que alcanza la unidad con lo divino) y más se acerca a su meta de Kaivalya (liberación). Cuando las Kleshas se han desvanecido hasta el punto de desaparecer, el aspirante vive en Samadhi habitualmente, en el umbral de Kaivalya.

3. Las Kleshas son: Desconocimiento de la Realidad; Egoidad o sentido de egoísmo; Atracciones; Repulsiones; Fuerte Deseo de Vivir.

La filosofía de las Kleshas constituye el fundamento del sistema de Yoga de Patanjali. Es necesario comprender bien esta filosofía porque da respuesta a la pregunta de por qué deberíamos practicar la Yoga.
En este sutra Patanjali enumera las cinco Kleshas.

4. Avidya es la fuente de las demás Kleshas, ya esten en condición latente, atenuada o desarrollada.

Un estudio atento de las otras cuatro Kleshas mostrará que no solamente brotan de Avidya sino que las cinco forman una serie eslabonada de causas y efectos. Hay entre ellas una relación semejante a la que existe entre las raíces, el tronco, las ramas, las hojas y los frutos de un árbol.
En el estado latente, no pueden expresarse por falta de condiciones adecuadas; es muy débil o tenue, no está activa pero puede adquirir cierta actividad al recibir un impulso. En el estado de completo desarrollo tienen actividad muy notoria, como las olas del mar en una tempestad. El estado alternante es aquel en que dos tendencias opuestas se contraponen alternativamente, como en el caso de dos amantes que unas veces se demuestran afecto y otras enojo.
Solamente en Yoguis avanzados se encuentran las Kleshas en estado latente.

5. Avidya es tomar lo no-eterno, impuro, doloroso y no-Atman como si fuera lo eterno, puro, bueno y Atman respectivamente.

Avidya no se usa aquí en su sentido ordinario de ignorancia o desconocimiento, si no en su más elevado sentido filosófico. Para captar ese sentido: Conciencia y Materia, en su naturaleza esencial, son diferentes y están separadas; pero tienen que juntarse por razones de evolución espiritual. Así Atma debe asumir las limitaciones de la materia, entre ellas la privación del conocimiento de su naturaleza eterna y autosuficiente. Esto lo produce un poder trascendental inherente en la Realidad Suprema, al cual se le da el nombre de Maya, la gran Ilusión.
Como resultado de la ilusión en que queda envuelta la conciencia, comienza a identificarse con la materia con la que se ha asociado. Esta identificación se va haciendo más completa a medida que la conciencia desciende más en la materia, hasta que llega al punto de retorno y empieza a ascender en la dirección opuesta. En este proceso de retorno, o evolución, la conciencia va desprendiéndose de la materia, con una creciente realización de su Naturaleza Real, hasta alcanzar Kaivalya, la completa Realización Directa.
Avidya no tiene nada que ver con el conocimiento intelectual referente a las cosas pertenecientes a los mundos fenomenales.
La palabra “eterno” significa en este caso un estado de conciencia que está por encima de la limitación del tiempo como sucesión de fenómenos. “Puro” se refiere a la pureza de la conciencia tal como existe mientras no es afectada ni modificada por la materia que le impone las limitaciones de las tres gunas y las consecuentes ilusiones. “Feliz” se refiere a Ananda o la gloria de Atma, gloria que le es inherente y no depende de ninguna circunstancia o fuente externa. La privación de esta Felicidad es inevitable cuando la conciencia se identifica con la materia y constituye miseria, aflicción.
Como esta cuestión pertenece a realidades que están fuera del alcance del intelecto, no es posible entenderla por medios solamente intelectuales.

6. Asmita (Egoidad) es la identificación del poder de conciencia con el poder de cognición.

Se refiere a la identificación de la conciencia con el vehículo de expresión. La palabra sáncrita Asmita deriva de asmi: “yo soy”. La pérdida del conocimiento de sí mismo y la identificación con sus vehículos son simultáneos. Se da una identificación con los poderes y facultades de los vehículos de manifestación.
Cuando el alma es capaz de dejar voluntariamente un vehículo y “verlo” separado de sí misma, sólo entonces queda completamente destruido el falso sentimiento de identificación.

7. Raga es la atracción que acompaña al placer

Cuando nos sentimos atraídos por alguien o algo, esa atracción se debe a algún tipo de placer físico, emocional o mental.

8. Dvesa es la repulsión que acompaña al dolor.

La naturaleza esencial del Yo es felicidad y, por lo tanto, cualquier cosa que produzca infelicidad o dolor en el mundo externo hace que los vehículos la rechacen.
Dvesa es Raga en negativo y las dos forman un par de opuestos.

9. Abhinivesha es el fuerte deseo de vivir que domina hasta a los doctos, sostenido por su propio poder.

Todo el ser humano, y de hecho toda criatura viviente, quiere continuar viviendo.
Un filósofo (o docto) bien versado con conocimiento intelectual de todos los problemas profundos de la vida, vive tan apegado a ésta como cualquier persona ordinaria que ignora mucho sobre estas cosas. La razón para que Patanjali indique definidamente este hecho es, tal vez, su intención es hacerle notar al aspirante a Yogui que el mero conocimiento intelectual no basta para liberar al ser humano de su apego a la vida.
Abhinivesha es la fase final en el desarrollo de las Kleshas, y es por eso que se sostiene por su propio poder inherente. Mientras no desaparezca la causa inicial, los efectos subsiguientes continuaran apareciendo. Las Kleshas que aparecen como causa inmediata del apego a la vida son Raga y Dvesa. O sea que las personas más dominadas por atracciones y repulsiones violentas, son las más apegadas a la vida.

10. Las Kleshas sutiles pueden reducirse reabsorbiéndolas en su origen.

Por medio de la práctica de Kriya-Yoga se pueden atenuar las Kleshas progresivamente hasta dejarlas como latentes, incapaces de ser despertadas por estímulos ordinarios del mundo exterior. Pero pueden activarse otra vez bajo condiciones extraordinarias.
El problema de reducir las Kleshas a “semillas” puede dividirse en dos fases: la de reducir las formas plenamente activas a formas atenuadas y, luego, la de reducir estas últimas a una condición de inactividad extrema, donde no sea fácil despertarlas.
La fraseología que usa Patanjali en el sutra es muy apta y expresiva, significa involucionar un efecto en su causa, o sea reversar el proceso de evolución.

11. Sus modificaciones activas han de suprimirse por meditación (Diana).

Para tratar las Kleshas se han de utilizar  los tres elementos del Kriya-Yoga: la “Austeridad” que se relaciona con la voluntad, el “Estudio de Sí Mismo” con el intelecto, y la “Entrega a Dios” con las emociones. Pero la parte esencial es, en verdad, Dhyana: la concentración intensiva de la mente para comprender los problemas más hondos de la vida y resolverlos efectivamente a fin de realizar el objetivo principal.
El término “meditación”, en este sutra, implica todos los procesos y ejercicios mentales que pueden ayudar al aspirante en su cometido. Puede incluir reflexión, recapacitación sobre los problemas más hondos de la vida, cambio de hábitos de pensar y de actitudes por medio de la meditación, austeridad y también meditación en el sentido ordinario de esta palabra.
Un aspirante puede retirarse por algún tiempo a la soledad; mientras está así apartado de toda clase de relaciones sociales, Raga y Dvesa se volverán naturalmente inoperantes, pero eso no significa que las ha reducido a estado latente, sino solamente que ha suspendido su expresión externa.
Otro punto para anotar es que el combatir una forma o expresión particular de una Klesha no sirve de mucho aunque al principio puede apelarse a esto para conocer mejor el funcionamiento de las Kleshas y la técnica de dominarlas. Una Klesha puede asumir innumerables formas de expresión, y si solo suprimimos una de esas formas asumirá otras. Lo que hay que combatir es la tendencia general. Aislar esa tendencia y combatirla en su totalidad, es lo que probará la inteligencia del aspirante y determinará la coronación de sus empeños.

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