Alcalinización del Organismo sinónimo de Salud
Nuestro organismo es un ecosistema cuya principal forma de supervivencia es el equilibrio ácido-base o pH. que implica que la sangre debe mantenerse ligeramente alcalina a 7,365 todo el tiempo. Si la acidez o la alcalinidad se elevan tan sólo una o dos décimas de unidad, es potencialmente fatal para tu cuerpo.
El cuerpo tiene mecanismos automáticos para tratar de mantener el pH en los niveles adecuados. Cuando la acidez comienza a aumentar por alguna razón, se inicia la excreción de los desechos ácidos a través de los riñones al aumentar la producción de orina, incrementar el ritmo de la respiración para ingresar más oxígeno, así se expulsa el dióxido de carbono que acidifica. También, si la sangre tiende a la acidez durante un largo período de tiempo, buscará apoyo en los tejidos para ayudar a estabilizar el pH. El cuerpo puede comenzar a excretar minerales alcalinos como el calcio que toma de tus huesos y dientes, magnesio, que toma de tus vasos sanguíneos; potasio de tu sistema neuromuscular y sodio de tus articulaciones. Si estos minerales no son reemplazados, tus tejidos se debilitarán y degenerarán rápidamente.
Los principales elementos para alcalinizar tu cuerpo son el calcio, magnesio, sodio, potasio, vitamina C, selenio, oxígeno, zinc y varias vitaminas del complejo B. Las mejores fuentes de estos nutrientes esenciales son las frutas y los vegetales, el vinagre de manzana, algunas nueces y semillas y las sales naturales.
Los alimentos más acidificantes son los azúcares, los granos, las carnes de animales alimentados con granos, el café y los alimentos procesados de cualquier clase. Tal vez, el más acidificante de todos sea el refresco (gaseosa) que está cargado de azúcar, endulzantes artificiales, conservadores y ácido fosfórico que son substancias formadoras de ácidos. El refresco tiene una acidez de 3, lo cual deshidrata poderosamente al cuerpo, y lo obliga a desechar el agua que requiere para desintoxicarse de todos los desechos ácidos.
Cuando se consumen muchos alimentos acidificantes, durante largos períodos de tiempo, el cuerpo se encuentra en desventaja para formar elementos alcalinos y comienza por trastornarse tu sistema digestivo. Los alimentos no los digiere adecuadamente, se produce mucosidad para proteger al estómago e intestino. Con el tiempo esta mucosidad se vuelve tan gruesa que se produce una placa que impide la absorción de nutrientes. La presencia de esta capa de mucosidad en las paredes intestinales y del colon se vuelve un campo fértil para alojar toda clase de parásitos y organismos indeseables.
Los parásitos como lombrices, levaduras y hongos y bacterias antagonistas aprovechan los valiosos nutrientes, al mismo tiempo que excretan toxinas, partículas ácidas que irán a parar a tu torrente sanguíneo para aumentar aún más la acidez relativa del cuerpo, lo cual disminuye profundamente la energía y la inmunidad.
Cuando esto sucede, los órganos experimentan mayor estrés, que les priva de la vitalidad y de las enzimas y nutrientes que necesitan para mantener el pH. Este estrés, desencadenará tarde o temprano enfermedades.
Afortunadamente, el cuerpo responde inmediatamente cuando se le ayuda a restablecer su pH normal y por lo tanto, su salud.
Ayudas para alcalinizar la sangre:
Tomar dos litros de agua natural diariamente con el añadido de media cucharadita de bicarbonato de sodio. Si se tiene contraindicado el sodio se puede utilizar carbonato de potasio.
Tomar diariamente el jugo de un limón diluido en agua.
Consumir una cucharada de vinagre de manzana diariamente.
Utilizar hierbas para sazonar como orégano, cilantro, perejil, romero, etc.
Beber jugo fresco de zanahoria.
Dieta constituida mayormente por frutas y verduras frescas y crudas.
Efectuar tres respiraciones lentas y profundas cada vez que se acuerde de hacerlo.
Para evitar la acidificación de la sangre evitar:
• Refrescos, café, alcohol y tabaco.
• Productos elaborados a base de harina de trigo.
• Productos que contengan azúcar o endulzantes artificiales.
• Carnes grasosas.
• Quesos grasosos, crema y mantequilla.
• Sazonadores que contengan substancias químicas o vinagres (excepto el de manzana que es alcalinizante)
• Alimentos enlatados.
• Evitar el estreñimiento, pues cuando los desechos tóxicos permanecen dentro de tu cuerpo más de la cuenta, producen ácidos que se recirculan en la sangre.
Lograr el equilibrio del pH de la sangre y por lo tanto del cuerpo, es el primer paso que se debe seguir cuando se intenta curar de una enfermedad. El cuerpo puede sanarse, pero es necesario ayudarle para que pueda lograrlo.
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